Este tipo de películas “familiares” no suelen deslumbrar con sus guiones, pero es que en esta ocasión brilla por su ausencia. Los diálogos parecen escritos por un niño de cinco años, donde las risas pretenden ser arrancadas con pedos, golpes y caídas exageradas. Quizás consciente de ello, Adam haya reunido a un buen número de estrellas con su particular cameo por la película. Encontramos a un Johnny Depp que poco aporta con su aparición, a un Santiago Segura sobrante , encasillado en el papel de Torrente ( pese a sus esfuerzos por impedirlo), y tristemente a Al Pacino. Muy mal tienen que estar las cosas para que un actor de la talla de este hombre decida actuar en una película como esta. Aun así, la calidad se hace notar, y Al Pacino es el único que consigue dibujarnos una pequeña sonrisa.
En resumen, esta película es perfecta si quieres terminar de odiar a Adam Samler y de perder toda esperanza en las comedias familiares de hoy en día.
Además de esos actores invitados, también estuvo un comediante muy popular de México: Eugenio Derbez, todo obviamente con la intención de llamar la atención del público de México y Latinoamérica. Triste, muy triste, porque aún así la gente se percató a tiempo de lo mala que iba a resultar esta película (como bien lo dices, desde el pobre argumento) y pasó completamente desapercibida por lo menos en México, aún con Derbez en ella.
ResponderEliminarYo la verdad no le quise siquiera dar una oportunidad, se veía de lejos el declive del humor de Sandler y sus producciones..
Saludos.